El carácter
natural de la sociedad y el fin de la vida social
No se puede prescindir de las relaciones interpersonales, el ser
del hombre es coexistir, pertenece a su esencia vivir en sociedad
Si el ser hombre es ponerse en
marcha libremente hacia los fines propios de un ser inteligente adquiriendo
hábitos y autoperfeccionándose, esto no puede comenzar sin educación y no puede
continuar sin convivir con otros.
Frente a la concepción de que la convivencia con los demás
pertenece a la naturaleza humana, en los siglos XVII y XVIII nace la idea de
que la sociedad es una convención que el hombre se ve obligado a admitir y que
la vida social descansaba en un contrato mediante el cual los hombres se
pusieron de acuerdo para convivir. De ahí nace el individualismo.
- La educación, la amistad, la virtud, los valores, la justicia, son los bienes que constituyen el fin de la vida social pues sólo en ella se pueden alcanzar. Por tanto, el fin de la vida social es la felicidad de la persona, y la sociedad y sus instituciones deben ayudar a ser felices y plenamente humanos a los hombres.
El hombre sólo alcanza su realización
con los demás. Corresponde al conjunto de la sociedad y no sólo a cada
individuo aislado conseguir los bienes que constituyen la vida buena para sus
componentes.
Elementos de la vida social
Los elementos de la sociedad son el lenguaje, la comunicación y el intercambio, que se hace con dinero.
También la organización de la acción conlleva la división del
trabajo y la autoridad; ambas son condición de posibilidad del intercambio de
bienes. La división del trabajo nace de la capacidad humana de producir más
bienes que los que él necesita haciendo posible así el intercambio y el ocio.
La distribución adecuada de bienes y tareas es cuestión de otro de
los elementos de toda sociedad, el derecho. Todos los elementos se dan
entrelazados.
La articulación de la vida social: las instituciones

Cuando un conjunto de roles se unifican bajo una organización
autorizada y se regulan jurídicamente estamos ante una institución. Por eso, se
dice que la vida social se articula por medio de instituciones. Estas
instituciones son los principales agentes de cultura.
Las instituciones organizan el espacio humano hasta dar origen a
la ciudad o agrupamiento de seres humanos para trabajar todos juntos. La ciudad
tiene sus ventajas e inconvenientes pero lo que es cierto es que vivimos en un
mundo urbano.
Las instituciones y la autoridad política
-
En una sociedad la autoridad política se debería basar en el diálogo, la inteligencia, la persuasión, la descentralización del poder. Que el que obedece tenga autonomía, confianza, responsabilidad e iniciativa.
Sociedad libre es aquella en la que todos tienen una participación
en el mando de las tareas que les han sido asignadas, haciéndose dueños de
ellas. Por eso, es imprescindible la comunicación, para que se dialogue y se
aclaren las razones de las órdenes.
Las instituciones se convierten en comunidades cuando hay en ellas autoridad política y además comunicación. Se tiene comunidad cuando hay un bien en el que todos participan y en el que todos comunican entre sí. Es la forma de la vida social por excelencia. Es una institución vivificada por los bienes comunes. Hay comunidad cuando el que manda y el que obedece comparten las razones, fines y motivaciones de la tarea común.
Quienes convierten una institución fría y oficial en una comunidad
son las personas que están dentro de ella.
Una comunidad tiene un bien común, una ley común, una tarea, una
obra e incluso una vida común.
La persona humana alcanza su
plenitud cuando se integra en una verdadera comunidad.
Los fines del hombre: tipos de institución
o el hombre
nace como hijo, necesita ser criado. La finalidad esencial de la familia es
constituir el hogar donde el hombre y la mujer nacen, crecen, se reproducen y
mueren. El hombre es un ser familiar;
o para
producir, la institución fundamental es la empresa. El conjunto de instituciones
que la autoridad pone en marcha para atender esa organización: forma parte del
Estado;
o para
mantener la justicia están las instituciones jurídicas y el aparato legislativo
(poder legislativo, administrativo y judicial);
o las
instituciones educativas enseñan y las asistenciales velan por los hombre que
no se valen por sí mismos;
o todas estas
instituciones estarán muy determinadas por la cultura, entendiendo por cultura
el conjunto de saberes y obras humanas y las instituciones culturales que los
guardan. Las más importantes son las que difunden unos criterios de conducta
referidos al conjunto de la vida humana como son la moral y la religión.
Los tipos de instituciones más apropiadas para enseñar la ética o la moral son la familia y las instituciones religiosas porque abarcan toda la vida.
La tradición
La tradición es muy importante para aprender de ella, conservar lo que merezca la pena, venerar los orígenes. El aprecio por la tradición despierta el sentido histórico de la existencia humana, pero el tradicionalismo, un aprecio excesivo a la tradición y a las viejas instituciones que suprime la necesidad de innovarlas y adecuarlas a los nuevos tiempos, en algunos casos se parece al fundamentalismo.
El planteamiento individualista de la vida social
Contra la comunidad nos
encontramos las posturas individualistas y egoístas, ilógicas, porque el
hombre no es autosuficiente y necesita de los demás. El individualismo separa
la vida pública y la privada. En la privada se consideraría plenamente autónomo
y en la pública buscaría la utilidad, el trabajo y la técnica. Lo público y lo
privado ni se influyen ni se entrecruzan. El individualismo no acepta que lo
común y los valores puedan ser públicos.
Lo que ocurre es que piensan que
la única institución necesaria es el mercado y los individuos se relacionarían
entre sí mediante contratos y convenios: todo es un mero pacto. El individualismo
se ocupa poco de la cooperación y la solidaridad de los demás y de las
consecuencias de sus acciones.
Algunos rasgos de la sociedad en la que vivimos
o El avance de la ciencia con aumento del bienestar;
o el retroceso de la miseria y el crecimiento de la esperanza de vida;
o
la
globalización de mercados y el avance de las libertades en muchos países multiplica
la velocidad y variedad de cambios, multiplicando el número, calidad e importancia
de las obras humanas;
o
se ha
prolongado la esperanza de vida y hay muchas más posibilidades, pero es una
sociedad despersonalizada: es un sistema anónimo, formado por subsistemas
anónimos. Pero no debemos caer en el funcionalismo que dice que el hombre es
una mera función del sistema que no puede ser cambiado por singularidades
y han de estar despersonalizadas para ser eficaces. Lo importante es que
alguien conduzca el autobús, no si lo conduce éste o aquel;
o
habría que
dotar de sentido humano a la burocracia. Las personas sin guiares están muy
alejadas de los centros de poder, y el ejercicio de la autoridad es poco
dialogado;
o
hay una
ausencia de responsabilidad en los problemas públicos, contentándose con una libertad
reducida al ámbito privado;
o
hay
debilitamiento de las instituciones que no están vinculadas al Estado o a la empresa.
Los valores pertenecen al ámbito privado y por tanto no se necesitan
instituciones que los defiendan;
o
crisis de
los valores y aparición de una sociedad muy materialista.
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